La Facultad de Administración y Economía (FAE) de la Universidad de Santiago de Chile y el Comité de Inclusión Laboral (CIL) de SOFOFA unieron esfuerzos para llevar a cabo una charla educativa dirigida a estudiantes de Ingeniería Comercial en Administración de Empresas. Este encuentro, liderado por el terapeuta ocupacional Francisco Diez, puso sobre la mesa los desafíos y oportunidades de la inclusión laboral, abordando tanto aspectos prácticos como legales.
En el marco del curso Gestión de Personas II del académico Gregorio Pérez-Arrau de Ingeniería Comercial en Administración, Francisco Diez, especialista con más de 20 años de trayectoria en gestión pública y salud ocupacional, invitó a los estudiantes a reflexionar sobre conceptos clave como discapacidad, inclusión y barreras de acceso. Inspirándose en la Ley 20.422, que promueve la inclusión social de personas en situación de discapacidad, explicó que las limitaciones no residen en las personas, sino en las barreras impuestas por el entorno físico, social y actitudinal. “Diseñar espacios laborales accesibles puede transformar por completo la experiencia de una persona con discapacidad. Pequeños ajustes, como cambiar la ubicación de un microondas o adaptar una mesa, marcan una gran diferencia”, señaló Diez.
El experto subrayó que la inclusión laboral no debe percibirse como una mera obligación legal, sino como una oportunidad para avanzar hacia una cultura de inclusión en las organizaciones y enriquecer equipos y fomentar la innovación en las empresas. Además, destacó el marco normativo vigente, incluyendo la Ley 21.015, que establece la contratación de un porcentaje mínimo de personas en situación de discapacidad, y la Ley 21.275, que impulsa políticas inclusivas y la formación de gestores certificados en esta materia. Sin embargo, Diez alertó sobre los desafíos pendientes, como la limitada fiscalización y la falta de conocimiento en la implementación de ajustes razonables. “La inclusión va más allá de contratar. Es garantizar condiciones laborales equitativas para que todas las personas puedan participar plenamente”, afirmó.
El impacto positivo de la inclusión:
Durante su exposición, Diez compartió con las y los estudiantes, casos prácticos que ilustran cómo superar barreras actitudinales, a menudo más complejas que las físicas. Además, enfatizó los beneficios de la inclusión laboral no solo para las personas directamente involucradas, sino también para las organizaciones, mejorando su clima interno y reputación social. Por su parte, el el académico y director de Relaciones Internacionales de la FAE, Dr. Gregorio Pérez Arrau, reafirmó el compromiso de la Facultad con la formación de profesionales conscientes y responsables. “A través de alianzas como esta con el CIL-SOFOFA, entregamos herramientas para que nuestros estudiantes enfrenten los retos del mundo laboral desde una perspectiva ética y socialmente inclusiva”, comentó.
La colaboración entre la FAE y el CIL-SOFOFA subraya la importancia de promover la inclusión como un proceso continuo. Este tipo de iniciativas no solo sensibilizan a las nuevas generaciones, sino que también contribuyen a construir una sociedad más justa y accesible. “La inclusión es un desafío compartido que requiere la participación activa de todos los sectores. Desde la academia, el sector público y el privado, debemos trabajar juntos para derribar las barreras que aún persisten”, concluyó Francisco Diez.
Con actividades como esta, la Facultad de Administración y Economía reafirma su compromiso de formar profesionales que lideren con propósito y contribuyan a transformar el entorno laboral en un espacio verdaderamente inclusivo.