Tomás Collados, ex estudiante de la FAE USACH, decidió formar su propia empresa hace sólo tres años y este 2017, proyecta facturar unos 500 mil dólares. Asegura que la formación entregada por el Plantel fue esencial para tomar la decisión de emprender.
Tomás Collados, 32 años, conoció la Universidad de Santiago desde muy niño, cuando su papá, don Eugenio, ya hacía clases en la Escuela de Arquitectura y en el Departamento de Física. Y más tarde, cuando decidió estudiar Ingeniería Comercial en 2002, no lo pensó dos veces: La Facultad de Administración y Economía (FAE) era su primera opción.
Desde ese instante comenzó su pasión por la economía y los negocios, particularmente por su interés en la clase de Introducción a la Economía con el profesor Guillermo Pattillo.
"Mi paso por la universidad me encantó, aprendí mucho sobre todo en la parte más dura en economía, que siempre me gustó mucho. Me acuerdo de Introducción a la Economía con el profesor Guillermo Pattillo, ahí le tomé mucho gusto a la parte economía; siempre supe que yo iba a ejercer la parte más de negocios", puntualiza.
Del mismo modo, aclara que con las clases de Economía su idea de negocio poco a poco se fue encausando hacia el emprendimiento. "La universidad me dio herramientas que fueron fundamentales para luego poder seguir mi carrera en empresas y después emprendiendo. También me gustó mucho el marketing. Aquí me dieron las herramientas para lograr mis sueños", señala.
Luego de dejar la universidad, Tomás Collados ha tenido una larga experiencia laboral. Comenzó en el área de Marketing de la francesa Sodexo, y al poco tiempo fue ascendido como product manager de cheque restaurant de la empresa. Tras ello, tuvo una breve estadía en la firma canadiense de maquinaria pesada Finning, implementando un plan de administración de datos de clientes o CRM. "Fue una etapa dura", comenta.
Posteriormente realizó un brusco giro al consumo masivo, área en la que se desempeña hasta estos días. "Hice un cambio bien fuerte porque lo que más me gustaba era el marketing más dinámico. Me fui a Nestlé como brand manager de Nescafé Dolce Gusto. Después iniciamos el área digital dentro de la empresa, que no existía", subraya.
Arriesgarse a dar el paso
Así fue como en 2014 decidió emprender completamente solo. "Preferí hacerlo solo por un tema de tomar decisiones más rápido. Primero tuve un pequeño aprendizaje con una agencia chica que creé. Aprendí el manejo de una pyme a grandes rasgos, porque siempre uno aprende todos los días", recalca.
En su experiencia como empleado, Tomás Collados notó que las empresas en las que trabajó no estaban muy interesadas en generar una conexión con el consumidor. "Yo sentía que faltaba algo, y revisé estudios de mercado. Entonces ahí surgió la idea de conectar al consumidor directamente con las marcas, relacionado a influencias", enfatiza.
De esa manera funda Frisbi Marketing (frisbi.cl), una compañía que ofrece campañas publicitarias a grandes empresas con personas comunes y corrientes como protagonistas, o influenciadores, como prefiere llamarlos Tomás Collados, quienes son contactados a través de las distintas plataformas que ofrecen las redes sociales.
En otras palabras, es una nueva variante, con mayor uso de la tecnología, del antiguo "boca a boca". "Somos la primera empresa en el mundo en conectar online al consumidor con la marca, a través de su círculo más cercano y luego medirlo", recalca el empresario.
No obstante, reconoce que en un inicio pasó por momentos muy complicados. "El primer año fue muy duro, porque siempre he dicho que esta especie de gerente general obviamente tiene que hacer de todo, desde sacar la basura hasta ver la facturación, incluso ir a vender. Luego empecé a formar un equipo y eso fue clave. Cuando se forma un buen equipo todo se hace más fácil y se crece mucho más rápido", recalca.
Así apareció el primer cliente, Agrosuper. "Al tener un cliente grande que confíe en uno, se abren las puertas para otros clientes", remarca. Luego vinieron Loreal, Sky Airline, Nestlé, CCU y Ripley, entre otros. A fines de 2016 ya eran 18 las cuentas; para este año, Tomás Collados tiene proyectadas al menos 30 marcas.
Cómo funciona Frisbi
El ingeniero comercial describe que se diferencias de otras empresas porque no utilizan bases de datos sino que personas comunes y corrientes que son el público objetivo de sus clientes.
"Y ese es un trabajo que es más difícil obviamente, pero a largo plazo tiene grandes resultados porque no solamente ayudamos a potenciar la comunicación de la marca sino que también le hacemos encuestas a los influenciadores para entenderlos y conocerlos mejor. Y también nuestros influenciadores generan contenidos. Este tipo de marketing es muy popular en Estados Unidos y Europa", precisa.
Otra diferenciación, aclara "es que el resto ocupa celebridades y líderes de opinión. Nosotros creemos, porque hicimos estudios, que ese tipo de marketing no es efectivo"
Actualmente, la firma, que cuenta con alrededor de 600 influenciadores, se encuentra en la etapa de automatización de los procesos. "estamos trabajando con una plataforma hecha en Silicon Valley, y comenzamos un proceso de incubación, por la UDD Ventures. También fuimos apoyados con un fondo SAF de Corfo de 60 millones de pesos", indica.
De esta manera, la empresa facturó 200 mil dólares el año pasado y para este tienen proyectadas ventas anuales por más de 500 mil dólares.
Para los interesados, el sitio en Instagram de la firma es @frisbi_marketing.
Fuente: U. de Santiago al Día.